Allí estaba. Lucía cuenta cómo el chico ya le había dado a me gusta y en cuanto ella lo encontró, se produjo el match. Lo vi, me gustó físicamente y quería pasarlo bien, pero él desde el principio me dejó claro que no me veía como alguien de una noche. Estuvieron chateando tres semanas, sin quedar porque él decía que estaba muy ocupado y el día que finalmente quedaron, él la avisó horas antes para cancelar la cita porque estaba malo.
Muchos corazones
Esta red social donde colgamos nuestras fotos se ha convertido en el nuevo Tinder. Es así, aunque a muchos les cueste reconocerlo. Aunque creas que es algo inocente, puede convertirse en algo peor. Cada uno utiliza sus mejores estrategias para llamar la atención de su posible conquista, a agonía de lo poco sutil que es ligotear en en esta app. Empero hay un problema muy grande. Piensa que Instagram es todo un escaparate: habla de nosotros, de quién somos, de lo que nos gustaría anatomía, de dónde vamos, los viajes que hacemos A todos nos gusta gustar y queremos sentirnos deseados, pero fechar mensajes a alguien a través de redes sociales es una microinfidelidad Cuando analizas el muro de una andoba, puedes hacerte una idea bastante aproximada de cómo es. Fíjate bien y analiza a qué publicaciones le da 'me gusta'.